El drama de esta historia empieza por obra de Dª Ángela que sale de su casa a escondidas de sus hermanos bien tapada. Ella es una mujer coqueta y atrevida que sale a la calle para hablar con los hombres. D. Luis se da cuenta que hay una mujer hablando muy entretenida, y desde que él llega se calla y parece estar muy nerviosa. Él entonces decide ir tras de ella.
Al mismo tiempo se encuentran D. Manuel y Cosme en camino hacia Madrid para el bautismo de Baltasar Carlos, hijo de Felipe IV. Dª Ángela va corriendo y le pide ayuda a D. Manuel para que D. Luis no la alcance. Cuando D. Luis va camino tras ella, Cosme lo empieza a entretener y D. Manuel termina peleando con D. Luis. Aquí llega D. Juan y reconoce que D. Manuel es su huésped. D. Manuel había invitado a D. Manuel porque le debía la vida en una guerra.
Los dos hermanos se llevan a D. Manuel y a Cosme a su casa y tratan de que no sepan de la existencia de su hermana. En la habitación de D. Manuel hay dos puertas, y una la cubren con la alacena que conecta su habitación con la de Dª Ángela. D. Luis entonces va a quejarse con Dª Ángela sobre la mujer que iba tapada.
La criada de Dª Ángela, Isabel, le da la idea de pasar al cuarto de D. Manuel a través de la alacena. Dª Ángela es una mujer curiosa que no le importa tanto el honor y acepta la idea. Allí las dos revisan las maletas de D. Manuel y le dejan una carta. El criado de D. Manuel, Cosme, es supersticioso y piensa que todo es obra de algún duende. D. Manuel piensa de una manera racional y surge con explicaciones lógicas, y no acepta que sea un fantasma. Él piensa que "La Dama Duende" es la dama de D. Luis, que puede con facilidad entrar a su habitación.
Isabel se pasa por la alacena pero la luz está apagada y no ve nada. Cosme se encuentra ahí con una vela encendida. De pronto llega D. Manuel y atrapa a Isabel pero ella logra escaparse y lo deja sujetado a ropas blancas. Después de esta ocasión, Dª Ángela piensa que D. Manuel ha salido hacia El Escorial. Cosme olvida unos papeles importantes y tienen que regresar, y se encuentran a Dª Ángela o a "La Dama Duende". Ellos ven a Dª Ángela por un cambio de planes, y esta es la única vez que D. Manuel admite que es una obra sobrenatural.
Ahora Dª Ángela quiere citar a D. Manuel para verlo en persona. Dª Beatriz ha estado quedándose con Dª Ángela ya que su padre piensa que la está cuidando del chico con quien la vió en la calle. El padre de Dª Beatriz intenta proteger el honor de su hija, sin saber que ella está con D. Juan. Entonces Dª Ángela le miente a sus hermanos y les dice que Dª Beatriz ya se ha ido. La razón es que si Beatriz está en casa, los dos hermanos se quedarán en la casa cuidando a Dª Ángela. Beatriz decide quedarse para ser testigo del engaño. D. Luis escucha parte de la conversación y piensa que ellas dos están planeando que Dª Beatriz y D. Juan se vean solos en la casa.
Las mujeres de la obra decoran el cuarto de Dª Ángela lujosamente para que D. Manuel esté confundido y piense que está en otra casa. La primera interrupción la hace D. Juan, y aquí Isabel lleva a D. Manuel a su habitación a través de la alacena. Allí está todo oscuro y entra Cosme y D. Manuel los dos se sorprenden. Después que sale D. Juan a casa de Dª Beatriz, Isabel accidentalmente coge a Cosme pensando que era D. Manuel y lo lleva a la habitación de Dª Ángela.
La segunda interrupción la hace D. Luis y nuevamente Isabel sale y esta vez se lleva a Cosme. Los dos criados hacen ruido en la alacena y D. Luis entra al cuarto de D. Manuel. Aquí D. Luis concluye que D. Manuel se ha estado pasando al cuarto de Dª Ángela. D. Manuel y D. Luis terminan sacando las espadas y peleando. A D. Luis se le cae la espada, y D. Manuel le permite ir a buscar otra. Mientras tanto, Dª Ángela sale a la calle a buscar ayuda. D. Juan encuentra a su hermana y la lleva al cuarto de D. Manuel, pensando que él había salido al Escorial. Dª Ángela entonces le explica toda la historia a D. Manuel. Después entra D. Luis y se da cuenta de la verdad. Esta historia termina feliz, con el compromiso de Dª Ángela y D. Manuel. También se unen los dos criados, y Cosme termina pidiendo disculpas en nombre del autor.
Autor: Calderón de la Barca.